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«Nos debemos a los estudiantes, a la gente con sus preguntas»


Tras tres años de gestión del Pbro. Tibaldo Zolezzi en la Facultad de Ciencias Religiosas y Filosofías de la UC Temuco desde su creación, la Doctora en Teología Sistemática, Sandra Arenas, llega a este Decanato con una experiencia de profesora en la Pontificia Universidad Católica de Chile y en la Universidad Católica de Lovaina -en Bélgica-, entre otros cargos.

En este nuevo desafío, la investigadora demuestra su preocupación por las crisis institucionales y el estallido social, aspectos que piensa considerar como inspiración para esta nueva gestión. Además adelantó algunas de sus primeras iniciativas para dar inicio a su trabajo.

 

¿Cómo se vinculó usted a este proyecto universitario que dirige a partir de este año?

Para esta segunda proyección académica, la Universidad y también la Gran Cancillería me invitaron a discernir este gran proyecto, que me pareció desafiante. Es un proyecto que me transmitieron las autoridades académicas, el Rector y el Vicerrector Académico, que incluye una estandarización a nivel académico de la Facultad al resto de la Universidad; que, en el fondo, la Facultad progresivamente se vaya instalando de manera disciplinar dentro de la Universidad; que la teología y la filosofía, las dos disciplinas que se alojan acá, florezcan en su matriz propia; y que esto se visualice en docencia, investigación, producción académica, prestación de servicios, extensión y vinculación con el medio, por lo tanto cuando me transmitieron este proyecto de esta manera, a mí me entusiasmó mucho.

Es algo bien distinto a lo que he hecho hasta ahora. He cultivado más bien un perfil de académico investigadora, con hartos vínculos con instituciones nacionales y extranjeras y vinculada a hartos proyectos de investigación, más bien gestión de proyectos más que gestión institucional, entonces siendo un proyecto distinto así y todo me pareció novedoso, muy desafiante.

Me interesa someter a la Facultad a un proceso de autoevaluación con asesoría externa, que nos ayude a diseñar de la manera más participativa posible el próximo Plan de Desarrollo Estratégico de la Facultad.

Se trata además de una universidad en Chile, de frontera, que está en una región en la que por mis propias competencias académicas también me resulta desafiante, que porcentualmente aloja a la mayor cantidad de protestantismo en Chile, entonces en ese sentido le imprime un carácter contextual de mucha diversidad religiosa, de pluralismo interno a la propia región.

 

¿Qué proyectos tiene contemplado para el desarrollo de su Facultad?

Durante este primer año me interesa ensamblar el cierre del Plan de Desarrollo Estratégico anterior, que caduca ahora justo en el 2020, al igual que el de la Universidad. Entonces, dado que se cumplieron tres años (del Decanato anterior) y se termina además un período de siete años de un estilo de gestión (del Pbro. Tibaldo Zolezzi), me interesa someter a la Facultad a un proceso de autoevaluación con asesoría externa, que nos ayude a diseñar de la manera más participativa posible el próximo Plan de Desarrollo Estratégico de la Facultad. Eso ya por sí mismo nos obliga a mirar nuestra gestión actual críticamente y proyectarnos con visión. En el fondo, se trata de preguntarnos cómo estamos, qué y cómo lo hemos hecho hasta acá, qué resultados hemos obtenido, si esperábamos esos resultados y por qué, y luego de eso ver si es conveniente continuar con tal o cual iniciativa, cuál es la misión propia de la Facultad y, en virtud de esa misión, de su naturaleza y fines, cuáles son las tareas en los próximos cuatro años, cómo nos vemos para este próximo período.

Además el Plan de Desarrollo Estratégico anterior fue diseñado en otro contexto social chileno, asistimos a un punto de inflexión en eso y no podemos baipasear la obligación de hacernos cargo de este momento histórico. En estos últimos cinco años han pasado muchas cosas en la Iglesia chilena, asistimos también a una crisis institucional que ha levantado otro tipo de preguntas, necesariamente debemos hacernos cargo de esas preguntas en esta autoevaluación y proyección, entonces este primer año va a estar dedicado principalmente a eso, y en lo siguiente será ejecutar, proyectar, aquello que decidamos hacer.

Nosotros nos debemos al prójimo, nos debemos a los estudiantes, a las futuras generaciones, a la gente con sus preguntas, no a nosotros mismos.

Me interesa de modo particular garantizar que en esta proyección de la Facultad se tengan en cuenta cuestiones irrenunciables de su misión, como son por ejemplo el fortalecer, por un lado, las iniciativas de vinculación con el medio y ampliarlas eventualmente, de acuerdo a las necesidades que tenga La Araucanía y toda la Macrorregión Sur, todo Chile al sur. Es la última universidad católica sureña, la última Facultad de Ciencias Religiosas y Filosofía que cultiva estos dos saberes en el sur de Chile, entonces en ese sentido tiene una misión hacia abajo. Eso me interesa cautelarlo de manera particular en este primer período.

 

Esto conecta con el compromiso público y regional que cumple nuestra Universidad.

Ciertamente, la misión social de la UC Temuco por primero ser universidad y por ser católica, tiene un compromiso que es doblemente exigido, y una Facultad de Ciencias Religiosas y Filosofía al interior es misión ineludible.

Una teología o una filosofía que se desarrolle fuera de los contextos en los que se vive van a tener a la irrelevancia, son disciplinas que tienen que desarrollarse en diálogos permanentes, necesitan del contexto para poder generar conocimiento que sea con sentido actual, con pertinencia actual, que sea significativo, que tenga algún impacto social. En el fondo, son disciplinas que tienen como tarea responder a las preguntas reales de la gente real, y esas preguntas están donde está la gente real.

Por lo tanto, esta Decanatura quiere que haya un acento en la salida, la extroversión. Ni la Universidad ni la Iglesia ni esta Facultad existen para sí mismas. Nosotros nos debemos al prójimo, nos debemos a los estudiantes, a las futuras generaciones, a la gente con sus preguntas, no a nosotros mismos, no estamos acá para autocomplacernos con pensamientos circulares que no responden a nada relevante. En ese sentido me interesa de modo particular poner el acento transversal de la salida, que en gran medida esta Facultad lo ha tenido, pero hay que impulsarlo todavía más y que sea un acento, una decisión conciente, que atraviese el diseño de cualquier planificación estratégica, de cualquier malla curricular, de cualquier programa de educación contínua o de programas de vinculación con el medio.

Dirección de Comunicación y Marketing
Vicerrectoría de Extensión y Relaciones Internacionales



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