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La jornada reunió a equipos interprofesionales de Medicina y Química y Farmacia, quienes presentaron proyectos desarrollados junto a comunidades locales, fortaleciendo competencias en innovación, trabajo colaborativo y salud comunitaria.
Con la participación de más de 100 estudiantes de Medicina y Química y Farmacia, la Universidad Católica de Temuco realizó el DemoDay del Desafío InnovaSalud UCT 2025, instancia que marcó el cierre del proceso formativo del curso Desarrollo de Proyectos Comunitarios en Salud, asignatura sello de la Facultad de Ciencias de la Salud. Durante la jornada, los equipos presentaron sus pitch finales ante un jurado especializado, exponiendo prototipos y soluciones enfocadas en problemáticas reales levantadas desde comunidades del territorio.
Este desafío busca que los estudiantes desarrollen competencias asociadas a la innovación social en salud, el trabajo interprofesional y el contacto directo con las realidades comunitarias. Para Daniela Pacheco, académica de la Facultad de Ciencias de la Salud, este enfoque es fundamental: “Nuestros estudiantes deben estar preparados para adaptarse a las necesidades de salud que tienen las comunidades, que cambian año a año. Por eso es necesario que cuenten con competencias de innovación social para desarrollar soluciones reales a problemáticas reales”.
La actividad permitió que los equipos interprofesionales, integrados por estudiantes de segundo año, abordaran desafíos relevantes desde la perspectiva de la salud familiar y comunitaria. “La particularidad de esta actividad es que las soluciones tienen que ser innovadoras. En muchas ocasiones incorporan tecnología y deben desarrollar un trabajo sostenido interprofesional para llegar a estas soluciones.”, agregó Daniela Pacheco.
El carácter colaborativo e interdisciplinario de la actividad fue destacado por Christian Beyle Sandoval, director de Investigación UCT, quien valoró el impacto formativo del desafío: “Esta actividad inculca desde el principio el trabajo interprofesional, que es clave en el ámbito de la salud. Además, desarrolla habilidades profesionales que van más allá del contenido: discursos coherentes, identificar, modelar problemas y encontrar soluciones. Esto vincula a los y las estudiantes tempranamente al mundo de la innovación y de la investigación aplicada”.
En la misma línea, Valentina Espinoza Zambrano, directora del Departamento de Procesos de Diagnóstico y Evaluación y jefa interina de la carrera de Química y Farmacia, relevó el aporte institucional de la iniciativa: “Este tipo de actividades fomenta el trabajo interprofesional y permite que los estudiantes se conecten con el territorio y con las realidades de las comunidades. Para nosotros, como facultad, es un tremendo desafío generar estos espacios compartidos, que tributan directamente al perfil profesional que buscamos formar”.
Para Constanza Flores, estudiante de segundo año de Medicina, la experiencia tuvo un fuerte componente territorial y formativo. “Nos acercamos muchísimo más a la comunidad. Visitamos a las personas para quienes hicimos el proyecto y eso nos permitió visibilizar problemáticas que casi no se hablan. Pudimos entender mejor sus necesidades y buscar formas de ayudar desde lo que estamos aprendiendo”, señaló.
El DemoDay finalizó con la evaluación del jurado y la premiación de los proyectos más destacados, posicionándose como un espacio que promueve la creatividad, el pensamiento crítico, el compromiso territorial y la innovación orientada al bienestar de las comunidades.
