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La iniciativa, financiada a través de fondos concursables de Responsabilidad Social Universitaria, culminó con una ceremonia de certificación para vecinas y vecinos del macrosector de Pedro de Valdivia que participaron de las instancias de formación impulsadas por estudiantes de Medicina Veterinaria.
Con una ceremonia de certificación realizada junto a vecinas y vecinos del macrosector Pedro de Valdivia, el Voluntariado de Medicina Veterinaria de la Universidad Católica de Temuco dio cierre a su proyecto de Vinculación con el Medio, iniciativa que permitió fortalecer el vínculo con las comunidades locales mediante acciones orientadas al bienestar animal, la educación comunitaria y la formación integral del estudiantado.
El proyecto surgió a partir de la inquietud de estudiantes de la carrera por reactivar el voluntariado, instancia que se encontraba inactiva desde hace un tiempo. Con el apoyo del Voluntariado Institucional, la propuesta fue presentada y adjudicada en la convocatoria interna de fondos concursables de Vinculación con el Medio en Responsabilidad Social Universitaria 2025, lo que permitió financiar su ejecución y desplegar un trabajo sostenido durante el año.
Ana María Galaz, coordinadora del Voluntariado Institucional de la UCT, destacó la relevancia de este tipo de iniciativas para el sello identitario de la universidad. “Es fundamental apoyar estos proyectos de Vinculación con el Medio que respondan a necesidades locales y fortalezcan el rol social de la universidad. Este proyecto permitió articular recursos, trabajo colaborativo y formación académica, alcanzando a más de 100 estudiantes y beneficiando directamente a la comunidad”, señaló.
Las acciones del proyecto se desarrollaron en conjunto con el PADAM Lanín del Hogar de Cristo y dos juntas de vecinos del sector, contemplando operativos veterinarios, talleres comunitarios y jornadas educativas sobre tenencia responsable y enfermedades transmisibles entre animales y personas. En total, se realizaron procedimientos sanitarios como esterilización y vacunación de más de 60 animales, además de instancias formativas dirigidas a vecinas y vecinos del sector.
El jefe de carrera de Medicina Veterinaria, Mario Riquelme, valoró el impacto pedagógico del proyecto. “La importancia de esta experiencia radica en que nuestros estudiantes pudieron aprender en contextos reales, interactuar con vecinas y vecinos, especialmente adultos mayores, y compartir conocimientos sobre cuidado animal y tenencia responsable. Sacar la universidad al territorio y poner el conocimiento al servicio de las personas fue muy significativo y refleja plenamente el espíritu de este voluntariado”, afirmó.
Desde el estudiantado, Diego Jerez Torres, estudiante de Medicina Veterinaria y presidente del voluntariado de la carrera, valoró la experiencia como una oportunidad clave para la formación profesional. “Esta iniciativa permitió reactivar un espacio donde los estudiantes pueden vincularse con la comunidad, además pudimos nosotros enseñar y viceversa, ellos también nos enseñaron a nosotros. Es una instancia muy valiosa para tomar experiencia y poner en práctica lo que hemos aprendido en la carrera”, indicó.
El impacto del proyecto también fue destacado por las comunidades participantes. Nury Sepúlveda Morales, presidenta de la junta de vecinos “Compartiendo Sueños”, agradeció el trabajo realizado. “Fue muy provechoso para todos, porque muchas personas no sabían cómo cuidar, alimentar o vacunar a sus mascotas. Estamos muy agradecidos del voluntariado, de los profesores y de los estudiantes que llegaron a nuestra sede, y esperamos que este trabajo pueda repetirse en el futuro”, expresó.
El cierre de esta iniciativa marca un nuevo impulso para el Voluntariado de Medicina Veterinaria UCT, consolidando una línea de trabajo colaborativa con comunidades locales y proyectando futuras acciones de Vinculación con el Medio, en coherencia con la misión institucional y el compromiso social de la universidad.
