En torno a la celebración del Día Internacional de la Traducción en la UCT.
Como algunos saben, el 30 de septiembre se considera el Día Internacional de la Traducción. En esta universidad cada año se hacen distintas actividades para conmemorarlo, y este año hemos acogido una sesión especial dedicada a la traducción literaria entre el mapudungun y el castellano como parte de la Semana de la Traducción. Co-organizamos esta actividad con las colegas Elisa Loncon (USACH) y Belén Villena (PUCV), y tuvimos como expositores a Gabriel Llanquinao (UCT), Bastián Chandía y Antonio Chihuaicura, ambos escritores y profesores de mapudungun. Gracias a la colaboración del CIIR (Centro de Estudios Interculturales e Indígenas), pudimos experimentar por primera vez en nuestra universidad, y quizá en todo el país, con los equipos de interpretación simultánea, actuando como intérpretes Verónica Huaiquilaf y Rosa Huenchumilla.
Si bien la carrera de traducción de la UCT no contempla el mapudungun, hemos tenido y tenemos habitualmente estudiantes mapuche, y no son pocas las tesis de licenciatura que se han dedicado a temas de traducción y de interpretación del mapudungun. También en el Doctorado y el Magíster en Estudios Interculturales solemos introducir temas de traducción del mapudungun, y una de las tesis de doctorado ya defendidas trata precisamente del papel del mapudungun en la traducción de poesía mapuche.
La traducción y la interpretación existen para facilitar la comunicación entre quienes no poseen una lengua en común. Pero esta es solo la función elemental de esta práctica, que tiene otros usos sociales. Aunque hace ya tiempo que se superó el prejuicio, todavía en la calle se cree que una lengua puede ser más rica que otra y que una no puede traducir a la otra porque le faltan palabras. Así se nutre el prejuicio, y de eso a pensar que una sociedad es inferior a otra solo hay un paso. La opinión que tengamos de la traducción y la interpretación en una lengua repercute entonces en la imagen que nos hacemos de ella, su desarrollo, sus capacidades expresivas, e incluso de sus hablantes, su cultura, etc… Por ejemplo, se pensaba (y aun hoy hay quien piensa) que si una lengua carecía de equivalente para el verbo “ser” no era una lengua apta para la filosofía, y por lo tanto sus hablantes no podrían alcanzar el grado de civilización de las “grandes” lenguas. La traducción servía (y aun hoy algunos lo creen así) para determinar la jerarquía de una lengua en la escala civilizatoria.
Irritados por esta política de traducción, algunos hablantes de lenguas minorizadas, y el mapudungun entre ellas, piensan hoy que hay que evitar la traducción, que las lenguas se deben cultivar por sí mismas, y que el que las quiera entender, que las aprenda.
La poesía mapuche publicada se encuentra, entonces, en esta encrucijada. Así, unas veces se publica sin traducción, y otras con traducción, ya sea hecha por el mismo poeta o hecha por otra persona. También hay poetas mapuche que, en lugar de traducir, optan por escribir en una interlengua, o lengua “champurria”. De esta manera muestran la mezcla de lenguas, las tensiones entre ellas y la forma en que se interpenetran en una sociedad como la de la Araucanía, una sociedad postcolonial. A diferencia de los autores de lenguas de mucha difusión, los autores de lenguas menos difundidas, como es el caso del mapudungun, tienen que tomar posición ante estas posibilidades que se les presentan. Por eso, hablar de traducción literaria entre el mapudungun y el castellano, además de plantear las problemáticas literarias y estéticas propias del estudio de cualquier literatura en cualquier lengua, significa tocar complejidades de carácter político que no se dan cuando se trata de traducción literaria entre el castellano y el inglés, por ejemplo.
Este es uno de los aspectos que creo importante destacar de estas conversaciones. Por otra parte, como traductora e intérprete, y como estudiosa de la historia de estos oficios, otra observación que quiero hacer es la presencia de intérpretes y el uso de la interpretación simultánea en el ámbito académico. ¿Por qué es importante que haya intérpretes y que puedan ejercer simultáneamente? Porque así podemos hablar en nuestra lengua materna, delegando en ellas el trabajo de trasladar nuestras ideas a la otra lengua. Asimismo, la interpretación, como la traducción, son herramientas que normalizan y refuerzan el uso de las lenguas minorizadas y contribuyen a su profesionalización. A mayor profesionalización, mayor reconocimiento, y a mayor reconocimiento, más opciones profesionales se pueden abrir para los hablantes de estas lenguas, más herramientas lingüísticas se crean para ellas, y así se construye un círculo virtuoso de beneficio para todos: la lengua y sus hablantes.
Gertrudis Payàs es Doctora en Traductología por la Universidad de Otawa, Canadá. Asimismo, se desempeña como académica del Departamento de Lenguas de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades e investigadora del Núcleo de Estudios Interétnicos e Interculturales (NEII) de la Universidad Católica de Temuco. El año 2022 fue nombrada Profesora Titular de la casa de estudios.