Cada 5 de septiembre se conmemora en Chile y en toda América Latina el Día Internacional de la Mujer Indígena. Esta fecha fue instaurada en 1983 durante el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América realizado en Tiwanaku, Bolivia, como una manera de visibilizar el rol de las mujeres de los pueblos originarios en la preservación cultural, la defensa del territorio y la transmisión de conocimientos. En nuestro país, son las mujeres mapuche quienes representan de manera especial esa fuerza de resistencia y de continuidad, pues han debido enfrentar una doble discriminación: por ser mujeres y por pertenecer a un pueblo históricamente marginado.
En este contexto, el aporte de las mujeres mapuche se expresa en múltiples ámbitos. Como kimche, sabias y consejeras, han transmitido la lengua mapudungun, las tradiciones orales y la espiritualidad, asegurando la memoria cultural de su pueblo. También han mantenido vivas prácticas de medicina ancestral y un vínculo profundo con la naturaleza, entendiendo el territorio como espacio vivo y sagrado. Actualmente, además, muchas de ellas lideran procesos comunitarios y participan en organizaciones sociales y políticas, defendiendo los derechos colectivos y articulando luchas que trascienden lo local. Enfrentan desigualdades estructurales, pero al mismo tiempo fortalecen la cohesión cultural de sus comunidades y muestran caminos de resiliencia en un mundo marcado por el cambio climático y las tensiones sociales.
A lo largo de la historia, la presencia de mujeres mapuche ha sido decisiva en la resistencia frente a la colonización, el despojo territorial y la violencia estructural. En la actualidad, su protagonismo se observa en marchas, organizaciones comunitarias, universidades y espacios de creación artística. Poetas, investigadoras, docentes y activistas han proyectado su voz más allá del ámbito regional, reafirmando la vigencia de una identidad que se renueva constantemente. Su contribución conecta lo ancestral con lo contemporáneo, la vida comunitaria con los desafíos globales, lo que muestra que la cultura mapuche no es un vestigio del pasado, sino parte viva del presente y el futuro del país.
La conmemoración del 5 de septiembre es, entonces, una oportunidad para reconocer la centralidad de las mujeres mapuche en la construcción de una sociedad más justa, inclusiva y respetuosa de la diversidad cultural. Homenajearlas significa valorar su sabiduría, su compromiso con la vida comunitaria y su rol como agentes de cambio. Sus luchas y saberes son indispensables para avanzar hacia una convivencia fundada en el respeto mutuo y en la dignidad de los pueblos originarios. Por ello, el Instituto Ta Iñ Pewam de la UCT se suma a esta efeméride, reafirmando la importancia de promover investigaciones, generar espacios de diálogo y, asimismo, visibilizar y honrar a las mujeres mapuche, en la memoria histórica y en la vida actual de nuestro país.