El seminario titulado “Avances en la investigación para la generación de variedades de leguminosas resilientes al cambio climático: una mirada desde La Araucanía” fue organizado por la Universidad Católica de Temuco, Universidad de La Frontera y el INIA Carillanca, desarrollándose en las dependencias de éste último, situadas en la ruta hacia Vilcún.
En la jornada, el profesor titular de la Universidad Católica de Temuco, Claudio Inostroza, fue uno de los destacados expositores. Durante su intervención, habló de la importancia del Proyecto Anillo, en el cual él participa, que corresponde a un trabajo colaborativo entre la Universidad Autónoma de Chile, la UFRO y la UCT. Este proyecto, según explicó el profesor Inostroza, se enfoca en el mejoramiento de especies leguminosas, especialmente del poroto, una especie muy cultivada en la zona costera de La Araucanía.
Inostroza subrayó la importancia de este cultivo y cómo el cambio climático afecta las condiciones de agua disponibles para su desarrollo, haciendo hincapié en la variabilidad de las precipitaciones, especialmente en el centro y sur de Chile.
“el proyecto cuenta con tres estrategias clave para mejorar la eficiencia en el uso del agua en las plantas. Una de ellas, es la disminución del índice del poro estomático, un aspecto crítico, ya que las plantas intercambian agua a través de los estomas, pequeñas aberturas en sus hojas. Al minimizar el tamaño de estos poros en especies como el poroto, se puede reducir la cantidad de agua que las plantas pierden en su proceso fisiológico, lo que contribuiría a una mayor resiliencia frente a condiciones climáticas adversas” dijo el experto.
En este contexto, el Proyecto Anillo, que aún está en su primer año de ejecución, está orientado a generar variedades de leguminosas más eficientes en el uso del agua, lo cual es esencial en un escenario de creciente escasez hídrica.
Trabajo entre instituciones
El esfuerzo de las instituciones por desarrollar este encuentro, tiene directa relación con los desafíos que ha supuesto el cambio climático en la zona y que ha congregado a los y las académicas locales en pos de desarrollar nuevas estrategias que en materia angricola puedan ser sustentables a largo plazo.
En esa misma línea, quien también valoró esta iniciativa, fue la directora de INIA Carillanca, Claudia Osorio, detallando la importancia de las leguminosas en la Región de La Araucanía, no solo desde el punto de vista territorial, sino también desde lo nutricional, social y ambiental.
“Las leguminosas en la Región de La Araucanía tienen una importancia extremadamente alta. Son fundamentales para la seguridad alimentaria, tanto para la alimentación humana como animal. Es crucial que la investigación avance en respuesta a los desafíos que impone el cambio climático y la crisis hídrica, que también ha afectado duramente a nuestros agricultores. El trabajo que estamos haciendo ahora en campo e invernadero será clave en los próximos cinco o diez años, y debemos anticiparnos a las condiciones futuras, adaptándonos a esta nueva realidad” afirmó la directora.
Osorio destacó que el trabajo de INIA Carillanca, en colaboración con universidades locales como la UFRO y la UCT, busca aunar esfuerzos para desarrollar soluciones rápidas y efectivas que beneficien directamente a los agricultores y al sistema productivo. Esta cooperación es vital para generar variedades resilientes que mantengan su potencial productivo y nutricional, garantizando así la seguridad alimentaria en la región.
Este tipo de avances, que se presentaron en el seminario, reflejan la importancia de la investigación científica en la región y su potencial impacto en la agricultura local, especialmente en cultivos tradicionales como el poroto, frente a los desafíos del cambio climático.
